Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

France

Down Icon

“Un pequeño truco me ha ayudado a reducir drásticamente el tiempo que paso frente a la pantalla, ¡y es aún más efectivo para los niños!”

“Un pequeño truco me ha ayudado a reducir drásticamente el tiempo que paso frente a la pantalla, ¡y es aún más efectivo para los niños!”

La guinda del pastel: esta técnica no es tan cara como podrías pensar.

Es un hecho que no te sorprenderá mucho: pasamos demasiado tiempo frente a las pantallas. Ya sean ordenadores o teléfonos inteligentes, se estima que el francés promedio pasa casi 5 horas al día con los ojos pegados a una pantalla. Esta cifra tan elevada se explica en parte por la necesidad de estar constantemente conectados con lo que sucede en el exterior.

Entre los jóvenes, la situación no es mucho mejor. Según un estudio realizado en 2024 por el instituto IPSOS para el Centro Nacional del Libro, los adolescentes de 16 a 19 años pasan una media de 5 horas y 10 minutos al día frente a una pantalla. Esta cifra es preocupante para el desarrollo, la concentración o incluso la calidad del sueño.

El autor de estas líneas también está pagando las consecuencias. Debido a mi profesión y a mi gusto por todo lo digital, no es raro que pase más de 5, 6 o incluso 7 horas diarias frente a la pantalla. Así que se me ocurrió una idea para solucionar este mal hábito.

Al principio, sin preocuparme demasiado por el tiempo que pasaba frente a la pantalla, de repente me di cuenta de que no podía evitar mirar mi smartphone con frecuencia. Ya fuera para una notificación, controlar mi música o revisar mis mensajes, todas estas acciones combinadas podían aumentar el tiempo de pantalla tanto como varias horas dedicadas a navegar por las redes sociales. La solución entonces se hizo evidente: para reducir mi tiempo frente a la pantalla, necesitaba... ¡otra pantalla!

Esta peculiar solución resultó en el uso de un reloj inteligente para desviar muchas interacciones con mi smartphone. Ya no necesito encender el móvil para consultar mis mensajes o notificaciones, ya que aparecen directamente en mi muñeca. Para controlar mi música, es lo mismo: en lugar de navegar por Spotify o YouTube durante un buen rato para encontrar mis canciones favoritas, las guardo en mi reloj, que puede reproducirlas cuando quiera a través de mis auriculares.

Eché cuentas: el tiempo que pasaba frente a la pantalla de mi smartphone, que solía ser de unas 6 horas, se ha reducido a casi 4 horas. Aunque esta cifra todavía parece un poco alta, sigue siendo mucho más saludable que antes. Contrariamente a la creencia popular, un smartwatch no tiene por qué ser caro. Los mejores modelos pueden llegar a costar varios cientos de euros, como el Apple Watch o el Galaxy Watch. Pero para presupuestos más ajustados, se puede optar por un Huawei Watch Fit o una Xiaomi Mi Band, que rondan los 30-40 euros.

Para tu hijo, ten en cuenta que incluso existen relojes sin conexión a internet para retrasar el acceso a su primer smartphone. El Kids Watch TCL, disponible en Bouygues Telecom, es un ejemplo perfecto y evitará que tu hijo pase demasiado tiempo con el teléfono o la tableta.

L'Internaute

L'Internaute

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow